"La Ciudad" serrana, “fundada en lo alto de un monte”, arriba sus 450 años de historia, en medio de celebraciones, encuentros y el entusiasmo de su gente el alcalde de la Ciudad, Carlos León Mora junto a su equipo y la comisión Aniversaria; preparó con la mayor dedicación una extensa y variada programación, que abarcó diversas actividades culturales, religiosas, deportivas, académicas, comunitarias, así como el intercambio cultural y musical con nuestros hermanos meridanos de México y emeritenses de España, rindiendo así justo homenaje a la Mérida cumpleañera.
Nuestra gratitud a Dios por haber colmado nuestra Ciudad de bellezas sin igual, el colorido de sus paisajes, la inmensidad de sus montañas, sus ríos cristalinos y lo más hermoso: la nobleza de su gente, de trato amable, cordial y solidario, Ciudad universitaria, cuna de hombres valerosos que gracias a su constancia y unión con mucho orgullo han sabido ganar el título de “Ciudad de los Caballeros”.
Mirar 450 de historia es agradecer la obra prodigiosa y protagónica de la Iglesia, con sus preclaros Pastores, que en su afán de evangelizar han dado la cimiente de una Mérida de amplio y fecundo pensamiento, conviviendo juntos una diversidad cultural e intelectual que la hacen ser la “ciudad de las luces”. “Una Universidad con una Ciudad por dentro”, gracias a la mirada futurista y profética de Fray Juan Ramos de Lora, sirviendo de alma mater por generaciones a ilustres ciudadanos consagrados al servicio de la Patria.
Desde la meseta de los tatuyes partieron cruzadas evangelizadoras a nuestros pueblos andinos que no sólo llevaron la palabra de fe y esperanza, sino el aporte social, abriendo caminos, fundando escuelas y hospitales, así como una constante preocupación por el desarrollo integral de nuestros pueblos escondidos en la montaña.
Mirando el pasado de nuestra Mérida hacemos memoria de sus luces y sombras, para vivir juntos un presente que nos invita a todos al compromiso de seguir tejiendo su historia con el rescate de nuestra identidad: gente amante de las tradiciones y fraterna.
Quizá sea muy fácil el hacer la crítica malsana de estas festividades, difícil es arrimar el hombro con disposición y buena voluntad, para aportar lo mejor a la Mérida del mañana.
Vaya nuestra gratitud al Alcalde Carlos León por haber soñado con este aniversario y puesto todo su empeño en este inmortal aniversario. A su lado el Lic.Amarú Briceño, con su extraordinaria capacidad de organización dándole brillo especial a toda la festividad.
No podemos dejar de mencionar un merideño a carta cabal, Don Germán Uzcategui Rivas, gracias a su meritoria y fecunda labor cultural en nuestra Ciudad han sido muchas las puertas que se le abrieron, no para beneficio personal, sino para engrandecer y aportar este aniversario merideño; gracias a don Germán Uzcategui hoy vemos renacer con nuevo ardor e impulso el proyecto visionario de “las tres Méridas”, hermanadas en un sólido intercambio cultural. Gracias a las gestiones de este hombre de radio, fueron muchos los conciertos que se dejaron escuchar en la Mérida serrana, como la orquesta Yukalpetén, o el concierto del artista Yucateco Don Armando Manazanero, así como de importantes agrupaciones de nuestra ciudad; además de dar como primer paso la firma de convenio para esta hermandad de pueblos. Adelante Don Germán cuente con el apoyo de todos los que le apreciamos y admiramos.
Hoy nuestra Ciudad luce el paseo de la lectura con la conversación eterna de sabiduría de dos luces de América: Don Tulio Febres Cordero y Gabriel García Márquez, con su invitación permanente a la lectura y al encuentro con nuestra naturaleza cordillerana.
La gratitud a Dios nos invitó a visitar nuestra majestuosa Basílica Menor el día central del aniversario, 09 de Octubre, con una hermosa liturgia merideña, presidida por el también cumpleañero, nuestro querido Arzobispo Mons. Baltazar Porras, en sus bodas de plata episcopales sembrando esperanza en nuestra tierra, en su homilía hizo un llamado que debe resonar siempre en nuestras conciencias: trabajar en equipo, buscar la unidad en la diversidad y tener todos un solo objetivo: hacer grande y próspera con nuestro trabajo nuestra Mérida preciosa. En las ofrendas de la misa, se tuvo una especial representación de las manifestaciones de la religiosidad popular merideña: la paradura del niño, los vasallos de la candelaria, San Benito, los Negros de San Jerónimo, los Indios Coromotanos del Chama, sólo una muestra de la riqueza espiritual de nuestra tierra, patrimonio que todos debemos valorar y preservar. Ante la paralización del teleférico nada mejor que ofrecer a nuestros visitantes la posibilidad de un turismo religioso, que les permita disfrutar de esta rica herencia forjada en la oración, el trabajo y el paisaje andino.
Mérida la de 450 años, la de las Cinco Águilas Blancas, remanso de paz y encuentro del Creador.
Nuestra gratitud a Dios por haber colmado nuestra Ciudad de bellezas sin igual, el colorido de sus paisajes, la inmensidad de sus montañas, sus ríos cristalinos y lo más hermoso: la nobleza de su gente, de trato amable, cordial y solidario, Ciudad universitaria, cuna de hombres valerosos que gracias a su constancia y unión con mucho orgullo han sabido ganar el título de “Ciudad de los Caballeros”.
Mirar 450 de historia es agradecer la obra prodigiosa y protagónica de la Iglesia, con sus preclaros Pastores, que en su afán de evangelizar han dado la cimiente de una Mérida de amplio y fecundo pensamiento, conviviendo juntos una diversidad cultural e intelectual que la hacen ser la “ciudad de las luces”. “Una Universidad con una Ciudad por dentro”, gracias a la mirada futurista y profética de Fray Juan Ramos de Lora, sirviendo de alma mater por generaciones a ilustres ciudadanos consagrados al servicio de la Patria.
Desde la meseta de los tatuyes partieron cruzadas evangelizadoras a nuestros pueblos andinos que no sólo llevaron la palabra de fe y esperanza, sino el aporte social, abriendo caminos, fundando escuelas y hospitales, así como una constante preocupación por el desarrollo integral de nuestros pueblos escondidos en la montaña.
Mirando el pasado de nuestra Mérida hacemos memoria de sus luces y sombras, para vivir juntos un presente que nos invita a todos al compromiso de seguir tejiendo su historia con el rescate de nuestra identidad: gente amante de las tradiciones y fraterna.
Quizá sea muy fácil el hacer la crítica malsana de estas festividades, difícil es arrimar el hombro con disposición y buena voluntad, para aportar lo mejor a la Mérida del mañana.
Vaya nuestra gratitud al Alcalde Carlos León por haber soñado con este aniversario y puesto todo su empeño en este inmortal aniversario. A su lado el Lic.Amarú Briceño, con su extraordinaria capacidad de organización dándole brillo especial a toda la festividad.
No podemos dejar de mencionar un merideño a carta cabal, Don Germán Uzcategui Rivas, gracias a su meritoria y fecunda labor cultural en nuestra Ciudad han sido muchas las puertas que se le abrieron, no para beneficio personal, sino para engrandecer y aportar este aniversario merideño; gracias a don Germán Uzcategui hoy vemos renacer con nuevo ardor e impulso el proyecto visionario de “las tres Méridas”, hermanadas en un sólido intercambio cultural. Gracias a las gestiones de este hombre de radio, fueron muchos los conciertos que se dejaron escuchar en la Mérida serrana, como la orquesta Yukalpetén, o el concierto del artista Yucateco Don Armando Manazanero, así como de importantes agrupaciones de nuestra ciudad; además de dar como primer paso la firma de convenio para esta hermandad de pueblos. Adelante Don Germán cuente con el apoyo de todos los que le apreciamos y admiramos.
Hoy nuestra Ciudad luce el paseo de la lectura con la conversación eterna de sabiduría de dos luces de América: Don Tulio Febres Cordero y Gabriel García Márquez, con su invitación permanente a la lectura y al encuentro con nuestra naturaleza cordillerana.
La gratitud a Dios nos invitó a visitar nuestra majestuosa Basílica Menor el día central del aniversario, 09 de Octubre, con una hermosa liturgia merideña, presidida por el también cumpleañero, nuestro querido Arzobispo Mons. Baltazar Porras, en sus bodas de plata episcopales sembrando esperanza en nuestra tierra, en su homilía hizo un llamado que debe resonar siempre en nuestras conciencias: trabajar en equipo, buscar la unidad en la diversidad y tener todos un solo objetivo: hacer grande y próspera con nuestro trabajo nuestra Mérida preciosa. En las ofrendas de la misa, se tuvo una especial representación de las manifestaciones de la religiosidad popular merideña: la paradura del niño, los vasallos de la candelaria, San Benito, los Negros de San Jerónimo, los Indios Coromotanos del Chama, sólo una muestra de la riqueza espiritual de nuestra tierra, patrimonio que todos debemos valorar y preservar. Ante la paralización del teleférico nada mejor que ofrecer a nuestros visitantes la posibilidad de un turismo religioso, que les permita disfrutar de esta rica herencia forjada en la oración, el trabajo y el paisaje andino.
Mérida la de 450 años, la de las Cinco Águilas Blancas, remanso de paz y encuentro del Creador.
*Cronista Oficial del Municipio Arzobispo Chacón
cronistacanagua@hotmail.com
cronistacanagua@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
todos ustedes queridos lectores podran hacer sus comentarios y criticas constuctivas